SESIÓN: 01 INTERVENCIÓN FRANCESA EN MÉXICO
FECHA DE APLICACIÓN: 20 DE ABRIL DE 2020
La Intervención Francesa es uno de los momentos mas importantes en la Historia de Nuestro Estado y Principalmente por que nos encontramos cerca a la fecha del 5 de mayo donde se lleva a cabo, es por eso que abordaremos este tema durante estas semanas.
Tras la Guerra de Reforma en México, la principal problemática por la
que atravesó el gobierno fue la insuficiencia de recursos para establecer el
orden en un país agotado por los constantes enfrentamientos, cuartelazos y
rebeliones.
Esta razón llevó a que el Congreso de la Reública decretara, el 17 de
julio de 1861, la suspensión de pagos de todas las deudas públicas, lo que
originó la reacción de Inglaterra, España y Francia, que reclamaron la
cancelación de esa medida, sin embargo el Gobierno Mexicano hizo caso omiso de
esa demanda de esos países, por lo que ingleses y franceses terminaron
relaciones diplomáticas con nuestro país.
Los conservadores en México vieron en estas dificultades del gobierno
de Benito Juárez la oportunidad para realizar sus objetivos, ya que desde la
consumación de la independencia buscaron establecer una monarquía en México.
En respuesta a la suspensión temporal de pagos, Inglaterra, Francia y
España, firmaron en Londres, el 31 de octubre de 1861, un convenio mediante el
cual se estableció enviar una expedición a ocupar las principales fortalezas
militares de las costas mexicanas, con el objetivo de captar los recursos
económicos de las aduanas y cobrar la deuda de los tres países.
El gobierno mexicano nunca se negó a pagar tales deudas, sólo solicitó
una prórroga de tiempo para superar la angustiosa situación económica en la que
se encontraba tras el episodio de la guerra civil de Reforma.
Después de que las tres potencias europeas firmaron el convenio en
Londres, la escuadra española llegó a Veracruz el 8 de diciembre de 1861; los
ingleses el 6 de enero de 1862 y los franceses anclaron al día siguiente. El
gobierno mexicano designó al General Manuel Doblado para negociar con los
intervencionistas, solicitando que expusieran las intenciones de su expedición,
sin lo cual no se podía permitir su avance.
Los plenipotenciarios europeos intercambiaron impresiones con el
ministro Manuel Doblado en las que se expuso el interés de evitar un
enfrentamiento y el 19 de febrero, se acordaron en el poblado de La Soledad los
preliminares mediante los cuales se pactó, que las potencias aliadas se
abstendrían de interferir en cualquier disputa interna de los mexicanos,
restringiéndose a la negociación como vía de alcanzar acuerdos sobre sus
reclamaciones, dichas negociaciones se llevaron a cabo por representantes de
las potencias aliadas y representantes del gobierno mexicano en Orizaba.
Los preliminares de la Soledad fueron ratificados por el Presidente
Juárez y los representantes ingleses y Españoles, el 5 de marzo siguiente
arribó a Veracruz el General Carlos Fernando de Latrille, Conde de Lorencez
quien, con su arrogancia característica creyó que por la situación que vivía
México que se encontraba debilitado por los cruentos años de la Guerra de
Independencia, los constantes enfrentamientos del Primer Imperio y la Reforma,
sería un país sin ánimos de defenderse cuando fueran atacados por el ejército
francés. Sin embargo, el inesperado resultado fue determinado por la energía y
valor de los combatientes mexicanos.
Infringidos los preliminares de la Soledad, Lorencez marchó con sus
fuerzas de Córdoba a Orizaba. Comenzaron entonces los primeros enfrentamientos
el 19 de abril de 1862 y las tropas francesas se prepararon a avanzar a la Ciudad
de México, cuyo paso intentaron detener sin éxito en Acultzingo las tropas al
mando del General Ignacio Zaragoza.
Los franceses avanzaron a Amozoc, lugar al que arribaron el 4 de mayo.
En este sitio Lorencez recibió información sobre el Plan de Defensa del General
Zaragoza, y el General Juan Nepomuceno Almonte, asesoraró a Lorencez en el
sentido de que el ataque debía efectuarse a través de la zona de la Huerta del
Carmen, área del perímetro de la ciudad fuera del alcance de las
fortificaciones de Loreto y Guadalupe. Ante este escenario, el General
Zaragoza, dispuso sus tropas en cuatro brigadas de Infantería como sigue:
Brigada Berriozábal, 1,082 hombres; Brigada Lamadrid, 1020; Brigada
Negrete, 1,000; Brigada Díaz, 518, Artillería, 550 y Caballería, 4,852
elementos.
Ante la posibilidad de que los franceses dirigirían su ataque por el
este y por el sur, el general Zaragoza dispuso de su efectivo conforme al
siguiente dispositivo:
Brigada de Caballería, al mando del General Antonio Álvarez, apoyado
en la ladrillera de Azcárate;
Brigada Díaz, en la columna de ataque, entre la Caballería y la
Brigada Berriozábal;
Brigada Berriozábal, en la columna de ataque, entre la Brigada Díaz y
la Brigada Lamadrid,
Brigada Lamadrid, en la columna de ataque entre la Brigada Berriozábal
y la falda sureste del Cerro de Guadalupe.
La Brigada Negrete, de guarnición en los dos fuertes, con un Batallón
de Morelia en los atrincheramientos de la falda sureste de Guadalupe, el
Batallón de la Guardia Nacional de Puebla (los zacapoaxtlas) en línea de
tiradores en la loma que une a Loreto con Guadalupe.
La columna francesa marchó de Amozoc a Guadalupe la madrugada del 5 de
mayo, al considerar a esta última posicion como el punto que dominaba Puebla,
cuya posición resultaría en el dominio de la ciudad, pero las condiciones del
terreno y ubicación estratégica de los fuertes de Guadalupe y Loreto, les
dificultaron el avance a las columnas francesas que fueron sometidas a un
intenso fuego de la infantería y artillería mexicana apoyadas por caballería,
ante la imposibilidad de avanzar sobre Guadalupe, el General Lorencez ordenó la
retirada.
Este acto glorioso de las armas nacionales en Puebla causó optimismo
en toda la República y los generales, jefes, oficiales y soldados mexicanos de
la acciones de Acultzingo y Puebla fueron declarados beneméritos de la patria
mediante decreto del Congreso de la Unión.
Las consecuencias de esa histórica batalla fueron enormes, Napoleón
III ordenó que se aumentara el número de las tropas francesas, las cuales
ascendieron a aproximadamente 28000 elementos, más unos 2800 del partido
monárquico; por su parte, el General Zaragoza recibió refuerzos de la capital,
Jalisco, Guerrero, Guanajuato y Zacatecas, por lo que el efectivo del Cuerpo
del Ejército de Oriente aumentó a 22000 hombres.
Tras la ocupación de la plaza Puebla, después de haber sido declarada
por el General González Ortega en sitio desde el 10 de marzo de 1863, hasta su
rendición el 17 de mayo, la capital de la República fue declarada también en
sitio y Benito Juárez trasladó su gobierno a San Luis Potosí.
El ejército francés entró en la Ciudad de México el 10 de junio y un
mes después, el 10 de julio, la Asamblea de Notables, convocada por el General
Elías Federico Forey, dio lectura al dictamen con las siguientes proposiciones:
La nación mexicana adopta por forma de Gobierno la Monarquía Moderada,
hereditaria, con un príncipe católico,
Que el soberano tomaría el título de emperador de México,
Que la corona imperial se ofrecería al príncipe Fernando Maximiliano,
Archiduque de Austria, para sí y sus descendientes,
Que en el caso que por circunstancias de prever no llegase a tomar
posesión del trono, la nación mexicana se remitiría a la benevolencia del
emperador de los franceses para que le indicase otro príncipe católico.
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